Entrada 2,00€ / Eintritt: 2,00€
En español y euskera / Auf Spanisch und auf Baskisch
Esta vez os presentamos una lectura comentada de los textos de dos poetas, ambas amigas, vascas y ambas inspiradas por esta ciudad que nos acoge, Berlin.
Uxue Juárez, filóloga y poeta, trabaja como profesora en un instituto. Es colaboradora de la revista Koult, hogar donde escribe artículos de crítica literaria. Ha recibido varios premios y ha publicado el poemario Cosas que crujen (Premio Injuve a la Creación Joven, 2010). La editorial Baile del Sol editará en breve En el principio era la nieve, su tercer poemario.
Así, Berlín esboza una huella sin nombre en la nieve, habla de la búsqueda de una identidad nueva que al final se reconoce imposible de atenazar, un existir en continuo desplazamiento, inmune a los límites. La voz poética es elegida por la ciudad porque tiene su mismo rostro recompuesto, el más nuevo y reluciente, pero apuntalado por recios recuerdos y olvidos trémulos. Cae nieve, se posa, cubre y se acumula, congela, paraliza. A veces, una piedra, un árbol. Mil tropiezos. Otras la inicial de un nombre que derrite el manto. Rendirse al tacto es la única manera y Uxue Juárez nos lo cuenta en este libro sincero, de trucos de escapismo que, como toda magia que se precie, poseen verdad.
"A pesar de su blancura impuesta,
la nieve también provoca versos impuros"
"Hincarle el diente al tiempo.
El morder profundo hasta la médula
de lo que somos en la nieve"
Izaskun Gracia Quintana (Bilbao, 1977) es licenciada en Filología Vasca, trabaja como diseñadora y traductora, y escribe artículos y crítica literaria para diversos medios. Es autora de los poemarios fuegos fatuos (accésit en el certamen poético Centro Juvenil Latina, 2003), eleak eta beleak (XVII Premio de Poesía Ernestina de Champourcín, 2007), saco de humos (XIX Premio de Poesía Villa de Aranda, 2010), y ártica/artikoa (Amargord, 2012), y del relato Tanta (accésit en el XXVIII Concurso de Cuentos Gabriel Aresti, 2011).
Sus poemas han aparecido en las antologías Transgeneración 1.0 (2007), Odysée du Danube 2007. Un bateau pour la paix (2007), Árbol talado que retoña (2009), Antología del beso. Poesía última española (2009), Cuadernos de Valverde 32 (2010), Ida y vuelta. Antología poética sobre el viaje (2010), [in]versa. 44 poeta españolas contemporáneas (2014) y El tejedor en Berlín (2014), así como en las revistas Nayagua (2008), Los noveles (2009) y Mitad Doble (2010).
Ha participado en los festivales Transgeneración 1.0 (Málaga, 2007), Bilbapopoesia (2010), IV. Poesía del pensamiento (Durango, 2011), V. Poesía del pensamiento (San Sebastián, 2013) y Touch me! (Berlín, 2014), y ha colaborado con los aristas plásticos Anabel Lorca, Zigor Barayazarra, Delphine Salvi y Leire Urbeltz.
Fue editora y cofundadora de la editorial de poesía Masmédula. Vive en Berlín desde 2011.
Su poesía, como un grito silente que nace de la ruptura profunda y llega a la fragilidad de la belleza, consiguiendo en el camino, poco a poco, sacudir el equilibrio del lector. Ella se decantó por un proyecto tan interesante como el de la edición bilingüe. En una nota al final del libro, la escritora explica que algunos poemas de este libro aparecieron en euskera; otros, en castellano. Poco a poco, todos acabaron entremezclándose. En este sentido, es llamativo el equilibrio que se da entre español y euskera, ya que, independientemente de la lengua en que se conciba y lea el texto, la voz poética es una, pura, y esto es muy difícil de lograr en el caso de escritura bilingüe.
Artikoa / Ártica encierra una poesía de la carencia, de la búsqueda y del desasosiego generado ante la perspectiva de que nada parece cambiar. Una poesía que se trastormenta y vuelve a nacer o se cose al cielo para dar rienda suelta a las ansias de volar. Para ello, la poeta hace uso de un lenguaje depurado y de una estructura muy meditada La obra no incluye una estructura inicio-núcleo-desenlace. Sin embargo, la disposición de los poemas, de cada una de las palabras, los espacios o los silencios es precisa. Nada sobra. Nada falta. Nos hallamos ante una poesía exacta, tensa, donde la autora templa el verso y da a luz una obra perfecta. Cerrada.
El mundo conocido comprime y cerca, pero Izaskun Gracia se acerca a la grieta y observa, analiza. Calla. Bosqueja paisajes en los que sobrevuela héroes agotados, ventanas cegadas, cuerpos de los niños muertos que yacen bajo una higuera, se pierde, el vuelo se detiene en un templo, dios la llora y el cuerpo cae en astillas. Tras poner en duda todo lo aprendido, entiende el relámpago, embiste la tormenta a través de los ríos que parten de ella y, acuática y silente, abandona sus apóstoles, arde los templos y, a falta de dios, busca en sus muertos la respuesta a sus nombres. Reconstruye. Acto seguido, deshace telares y ocupa entonces el cuerpo en otro compás que trastormenta y dirige sus pasos sin agua. Porque, al fin y al cabo, no vale la pena agotarse[…]que el momento ha llegado y por nada luchar vale ya/ la pena.
No todo es su decir. También está aquello que calla, la sugerencia, el juego de la ambivalencia que introduce valiéndose de la ausencia de puntuación y de una exactitud y concisión admirables en el manejo de la palabra.
sakrifizioan irekita larrugorritu nintzen
husturik
eta poliki-poliki ez daukadanak bihurtu ninduen harresi
me desnudé abierta en sacrificio
vaciada
y poco a poco lo que carezco me volvió muralla
Y entonces, el mundo sería más habitable.